Fortalecimiento de tu gestión durante el embarazo
Llegó el día, tienes los resultados en la mano, estás embarazada.
"Voy a esperar hasta el tercer mes para contarlo en mi empresa".
Eres ejecutiva, tienes 35 años, te acaban de ascender o a gerente o directora, con un equipo a cargo. Viajas dos veces al mes y en ocasiones, cada semana. Tienes jornadas maratónicas, reuniones capacitaciones, entrega de proyectos, presupuesto, una cantidad de eventos incontable, sin mencionar las distancias de tu casa al trabajo.
La noticia no te toma por sorpresa, porque estabas buscando el embarazo, la fecha fue impredecible, llevas más de 1 año intentándolo.
La empresa en la que estás, acaba de ser comprada, hay movimientos de equipos, de personas, cambio de puesto y hasta puede ser que cambien las oficinas.
Eres dueña de tu emprendimiento, acabas de cumplir 39 años, de los cuales los últimos ocho estuvieron dedicados a montar tu empresa. Tomaste la decisión de tener un hijo sola, es ahora o nunca. Tu empresa está en el momento más importante, ya tienes tu mercado y clientes, es reconocida y estás a punto de dar el salto que tanto estuviste esperando.
A los 29 me imaginaba casada y con hijos, los retos de la carrera, la maestría, las propuestas laborales, aplazaron todos los planes familiares que tenía. Llegó el día, estamos embarazados, ahora tengo 32 . Es muy probable que a mi esposo lo trasladen a Canadá, a Estados Unidos o a Londres. En mi empresa están dispuestos a darme el traslado porque es una multinacional. Yo tengo dudas, si seguir o no seguir trabajando.
En mi empresa todos los directores son hombres, menos yo, soy la única directora, tengo 43 años y estoy embarazada. Siento que piensan que con el embarazo ya quedé fuera de juego, que porque me voy a las siete en vez de las diez de la noche, porque ahora sí o sí me tomo el horario de la comida, porque viajo menos o casi no viajo, ya no pueden contar conmigo. Me preocupa que todos los años dedicados a mi profesión, sean tirados a la basura por otros. Siento distinto que mi desempeño es distinto, pero nunca pasó por mi mente, el dejar de hacer lo que estoy haciendo, dando lo mejor de mi.
Estas y muchas otras historias, son del tipo de situaciones que enfrentan o pueden enfrentar las ejecutivas embarazadas. A cada una de las protagonistas de estas historias le importa lo que hace y quiere continuar haciéndolo. Las empresas, el contexto, la sociedad deberían estar preparados para apoyarlas y acompañarlas en este momento de "humanidad", porque es la mujer quien trae vida humana a este mundo. Facilitándoles el camino, que no es lo mismo que quitarles trabajo o "becarlas", sino que dándoles opciones flexibles, si lo requieren, para cumplir con sus funciones y cuidar junto con ellas, lo que han construido hasta ese momento.
Vilma Barreras
Coach&Consultoría para Ejecutivas
Coaching para Mujeres Ejecutivas Embarazadas
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