Profesionales todólog@s
Los extensos listados de habilidades a las que debe responder un profesional para una empresa, debe tener que ver con la desconexión con las habilidades genuinas que cada uno tiene.
Liderazgo, trabajo en equipo, innovación, habilidades de relaciones interpersonales, toma de decisión, visión global y estratégica, compromiso, responsabilidad, comunicación, planeación estratégica, organización, inspiración, creatividad, trabajo bajo presión, son algunas de las que se pide para una persona en un puesto de gerencia para arriba, además de las habilidades propias de su disciplina.
¿Es posible que una persona cumpla, al nivel de excelencia con todo esto? Aparentemente sí, sino habría una cantidad interminable de puestos sin cubrir.
El tema es que ese listado de "habilidades de base" por ponerle un nombre, crece y mejora cada día, por lo que según la tendencia se van agregando más.
¿Tendrá esto que ver con que hay profesionales que no pueden responder en qué verdaderamente son buenos, por qué los contrataron o qué es lo que les gusta y apasiona de su profesión y lo que hacen? Si no hicieron el ejercicio, los invito a hacerlo, se sorprenderán con el hallazgo, de respuestas de personas a las que uno ve muy decididas y compenetradas con su trabajo, pero que están ahí sin saber para qué.
No solo el listado crece, como si fuera una carta a Santa Claus pidiendo por una especie de ser humano especial con características superdotadas: Que tenga buena apariencia, que hable cinco idiomas, que sea líder, ... y que tenga un máster en finanzas, con 10 años de experiencia en este tema. Sino que hay gente que se prepara para cumplirlo. ¿Es posible
seguir sosteniendo esto? ¿Que la persona sea buena en todo? ¿Que viva situaciones de presión extrema, problemas en la empresa y que
mantenga el temple para el resto de lo que debe hacer y cumplir? Hay casos que sí lo logran, cuando las empresas son co-responables en esto y hay muchos otros que juegan a hacerlo y lo que predomina es una doble moral todo el tiempo, con altos niveles de frustración y decepción por parte de la gente y en el que la empresa está ausente y se voltea a preguntarte: ¿Cómo es que no lo has logrado?
Tiene sentido que hayan llegado los millennial, que nada quieren saber de esto y que están decididos a vivir de lo que les gusta y privilegiar su talento y tiempo. Nada sucede por casualidad. Como los hippies en su momento que llegaron en un contexto del mundo en guerra a traer un mensaje de paz, así, esta nueva generación de profesionales, viene a decirnos que las reglas ya no son, ni serán las mismas.
Bienvenidos y a prepararnos para ese mundo que ya estamos viviendo. Buena suerte.
Vilma Barreras
Coach&Consultoría
vb.estrategia Alto Rendimiento